Lucho Tempestilli

Marcas en la cara

jueves, 23 de abril de 2009


Manu dijo "la vida es una tómbola" y creo que así es. El tiempo todo lo deteriora. Tras un atentado en donde mueren cientos de personas, todo sigue funcionando, todo queda en el olvido. Miles de generaciones aparecen y desaparecen, todo se renueva y todo sigue funcionando. Que lindo es ver a esos abuelos caminando por la calle con casi un siglo sobre su espalda, tan diferentes a nosotros quienes vivimos tiempos muy diferentes a los que vivieron ellos con las pilas bien cargadas. Hay abuelos que son amigos, abuelos que son padres, abuelos que son tios, abuelos que lamentablemente son hijos y abuelos que son abuelos. Que agradable es charlar con una abuela, esa persona cuya mirada perdida y lagrimosa refleja una inmensa saviduría, esa persona a quien la gravedad hizo estragos en su columna vertebral, esa quien tiene la voz tan calma y a quien, en la mayoria de los casos, le encanta hacer manualidades sentadita al sol tomando unos amargos. En mi caso, pocas veces la acompañé en sus tardes solitarias y pocas veces tube charlas profundas con ella, creo que debe ser porque nosotros, los todavía jovenes, estamos mucho más acelerados y no tenemos la suficiente paciencia como para seguir su trote, pero les aseguro que las veces que le dediqué un tiempo para charlar, me sentí muy bien y fué muy agradable. Las abuelas son dulces, amorosas, simpáticas, viven para complacer a los nietos y para hacer chalequitos de lana a todos los integrantes de la familia. Tarde o temprano vamos a tener nietos y vamos a tener que cumplir con el mismo rol, por eso el tiempo transcurre y se van dando muchos cambios. Con mis años todavía verdes, ya lo noté, palabras como "melancolía" y "recuerdos", tienen otro protagonismo en mi vida. Ahora, cosa que antes ni siquiera pensaba, me preocupo por tener una buena obra social para mi y para mi familia y las moneditas que antes perdía o dejaba abandonadas por ahí, ahora las guardo en un saquito boliviano tejido a mano.
Con un empujoncito o no, todo sigue funcionando, mientras tanto, espero en guardia y con la frente bien alta al próximo invierno, total llevo puesto mi chalequito antibalas tejido por mi abuela.

2 comentarios:

Juan-D dijo...

Che que bien está este blog loco!

(menos la verificacion de palabra para los comentarios, que para un vago es completamente desalentadora)

te felicito Lucho, me encanta

Anónimo dijo...

jajaja gracias duaquita. Eso lo puedo sacar? jajaj ahora voy a investigar